Ir al contenido

Nunca te olvides

En ocasiones damos por hecho

Dar valor a quien amamos debe ser expresado creando un habito de reforzar los aspectos potenciadores.        

Suponemos que el/la otr@ sabe.

Damos por hecho que los demás saben cuanto les queremos y que saben que valoramos su esfuerzo y sus logros. Pero no lo expresamos.

Suponemos que los demás están bien.

Cuando nuestros amigos o familiares no piden ayuda será por que no la necesitan, pero y si les preguntamos, o mejor aún, porque no estamos atentos a las señales sutiles.

Normalizamos modelos de comunicación y conductas relacionales.

Saludar, despedirse, agradecer, mirar a los ojos, ceder el paso o el asiento, preguntar en lugar de suponer, contestar un WhatsApp en su debido momento, llamar por teléfono o hacer videollamadas son algunas de las conductas que estamos perdiendo con la tecnología y el modelo individualista que se impone en la actualidad.

Tendemos a evaluar

Caemos en la crítica por amor, para hacer mejor a quien amamos. Nos lo enseñaron en casa.

Nuestra mente busca el fallo

Por siglos hemos educado a nuestra mente en la atención selectiva y esta básicamente busca la diferencia o el error. Cambiemos esta tendencia, veamos los aciertos y compartámoslos.

Medita y sé ecuánime

Una mente despierta y clara, se vuelve menos juiciosa y reactiva. La Meditación nos entrena en esta maravillosa cualidad mental.

Da oportunidades a los demás

Lejos de prejuzgar sin conocer, concede el derecho de la duda y piensa bien sobre los demás igual que te gustaría que pensasen bien de ti. 

Es más llevadero un mundo de buenas personas que un mundo de malos seres, ¿no crees?